EUROPA
PRESS
11 septiembre
2019
Riesgos
de la contaminación para la piel
El director del Instituto de
Dermatología Integral, Miguel Sánchez Viera, ha avisado de que la contaminación
no sólo provoca problemas respiratorios y cardiacos sino que, también, acelera
el envejecimiento cutáneo y empeora el acné y dermatitis atópica.
"Tenemos que tener en cuenta que la contaminación
ambiental penetra en nuestro organismo tanto por la respiración, llegando al
torrente sanguíneo y depositándose en las capas más profundas de la piel, como
a través de las capas más superficiales de la piel, acumulándose de forma
imperceptible al ser micropartículas. Los resultados son envejecimiento
prematuro y desarrollo y empeoramiento de enfermedades inflamatorias de la piel
como acné, dermatitis atópicas y eczemas", ha
dicho.
Se trata, prosigue,
de la polución provocada por el tráfico, las calefacciones, la incineración de
residuos y basura, instalaciones industriales (incluidos los residuos que
generan), herbicidas y pesticidas, los incendios forestales y el ozono, entre
otros.
Sin embargo, también hay que considerar como contaminación
ambiental la provocada por agentes que se pueden encontrar en interiores:
disolventes, pinturas, productos de limpieza, y el humo del tabaco, de las
cocinas y de las barbacoas. "Esto quiere decir que estamos expuestos a la
contaminación siempre. Además, la acción de los rayos ultravioleta sobre estas
partículas contaminantes que tenemos sobre la piel, la convierte en más
reactiva y perjudicial para la salud cutánea", ha apostillado.
Hasta ahora se sabía que el sol era uno de los principales
causantes del envejecimiento prematuro. No obstante, en un estudio realizado
por el experto se ha demostrado que la exposición a los gases procedentes de la
circulación y a contaminantes propios del ámbito del hogar provoca sustanciales
signos de envejecimiento prematuro, tales como: léntigos
en frente y mejillas, arrugas nasolabiales (arrugas
de marioneta) y en las manos, y laxitud y flacidez en párpados y mejillas.
"En el artículo
también queda reflejado que algunas de las enfermedades inflamatorias de la
piel más frecuentes, como el acné, la dermatitis atópica, ezcemas
y psoriasis experimentan un empeoramiento de sus síntomas en ambientes en los
que existe contaminación ambiental por un mecanismo de hiperoxidación",
ha argumentado.
Finalmente, el doctor ha informado de que las diminutas
partículas en suspensión del ambiente obstruyen los poros, imposibilitando la
natural eliminación de grasa producida por las glándulas sebáceas, lo que da
lugar a la aparición de más granos, espinillas y puntos negros.